En el mundo de Gran Hermano, algunas figuras siguen generando ruido incluso mucho después de abandonar la casa. Y ese es el caso de Flor Regidor, quien en los últimos días volvió a quedar en el centro de la conversación tras dar un paso que venía postergando desde hacía tiempo. Con determinación y dejando atrás dudas, temores y pudores, la ex participante decidió pasar por el quirófano y sorprender con una imagen totalmente renovada, desatando comentarios por todos lados.
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En el caso de Flor, verse reflejada como imaginaba era parte de un deseo profundo: “verse como ella quería”. Aunque las agujas, la anestesia y todo el ritual quirúrgico le generaban cierto temor, finalmente se entregó a manos del especialista, al que definió como un verdadero “orfebre” que trabajó la zona que ella deseaba “más firme, más presente y más notoria”.
El orgullo por su nueva figura
Mientras algunos todavía recuerdan cuando la vinculaban al “escándalo del yate”, Flor tenía claro lo que buscaba: “tener más delantera”. Y lo logró. Tras superar el postoperatorio —largo, molesto y pesado— empezó a mostrarse tal como soñaba, luciendo su nueva imagen con total seguridad.
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Pero lo más llamativo llegó después: como sus lolas quedaron notablemente más grandes que durante su etapa en el reality, Flor encontró una forma divertida de presentarlas al mundo. Con humor y picardía lanzó su frase que rápidamente se viralizó: “Estamos bien las tres”.
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Desde ese instante, las interacciones no pararon: mensajes positivos, otros no tanto, y un torbellino de opiniones que la ex GH recibe con una mezcla de diversión y soltura. Después de todo, ella lo admitió desde el principio: lo importante era verse como quería… y lo consiguió con creces.
