
Con sinceridad, admitió que durante ese tiempo “Me encontré con muchísima gente y ahí fui muy frágil”, aunque hoy celebra haber logrado tomar distancia de ese escenario: “Hoy estoy bien, gracias a Dios pude salir de esa porquería, te lleva a la felicidad, pero después te queda el vacío”.
Los consumos problemáticos de Romina Uhrig
En su testimonio, Romina reveló cómo comenzaron los consumos: “Empecé con pastillas, después tomé MDMA (éxtasis), que se le dice, y nunca me animé a probar nada más, no quería salir si no tenía eso, buscaba, buscaba y me ponía agresiva porque lo necesitaba”. Ese hábito, según contó, se instaló en su rutina de salidas nocturnas.
Sin dar nombres, mencionó la influencia de personas del medio y confesó: “En el momento decís ‘gracias’ porque te invitan cosas. Y todo era alegría, no quería que se terminara más la noche, ya pensaba en el finde siguiente”. Pero las consecuencias no tardaron en aparecer: “Tuve depresión y ataques de pánico”.
En medio de la emoción, también habló de su rol como madre y su lucha interna: “Me cuido mucho, amo a mis hijas, sé la madre que soy, la amiga, la compañera… Entonces para mí eso fue fuerte y lamentablemente no lo pude manejar. Y es triste, porque siempre me creí fuerte y pasé por otras cosas feas, pero no lo pude manejar”.
Finalmente, contó cómo logró pedir ayuda y comenzar a sanar: “Una amiga me recomendó a su psiquiatra, me vieron muy mal y me medicaron. Me acuerdo de que yo iba a Se picó y Gastón (Trezeguet) me preguntaba si estaba bien porque me veía muy tranquila”.
Romina Uhrig habló en #Infama sobre su periodo de consumo problemático de pastillas. pic.twitter.com/02VJNULUEJ
— emi (@eeemiliano) December 29, 2025
Hoy, más fortalecida y consciente, Romina decidió visibilizar su historia para acompañar a quienes atraviesan realidades similares y recordar que, aunque el camino sea duro, pedir ayuda siempre es una salida posible.
