La casa de Gran Hermano nunca deja de sorprender, pero esta vez, el impacto no fue por una estrategia de juego o una discusión acalorada, sino por un inesperado problema técnico. En plena transmisión en vivo, los espectadores fueron testigos de un corte de luz que dejó a los participantes completamente a oscuras y provocó la interrupción del streaming.
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El incidente ocurrió mientras Luz y Martina conversaban en el patio. De repente, las luces se apagaron por completo, generando incertidumbre entre los jugadores y los televidentes. La situación tomó por sorpresa a Eugenia, quien reaccionó de inmediato preguntando: “¿Qué ha pasado?”. Acto seguido, las cámaras que transmiten las 24 horas dejaron de emitir la señal, lo que generó una ola de comentarios en redes sociales.
QUE MIEDO 💀#GranHermano pic.twitter.com/PvGzYLYzEg
— TRONK (@TronkOficial) March 3, 2025
El origen del corte de luz se debe a las fuertes tormentas que afectaron al AMBA en las últimas horas. Aunque la transmisión se reanudó poco después, el inesperado apagón dejó en claro que, en esta edición de Gran Hermano, cualquier cosa puede pasar.
Brian de Gran Hermano vuelve a sus raíces: vendió alfajores en el tren
Mientras tanto, fuera de la casa, otro exjugador del reality también generó revuelo. Brian Alberto, recordado por su carismática participación en la edición anterior, decidió volver a una de sus actividades previas a la fama: vender alfajores en el tren.
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Luego de su eliminación, Brian regresó a San Miguel y no dudó en visitar a sus antiguos compañeros de trabajo en la línea San Martín. En un emotivo video publicado en sus redes, compartió con sus seguidores: “Saludando a los chicos del tren, los extrañaba”. Con su característica simpatía y vistiendo una camiseta de los Chicago Bulls, el exjugador agregó: “Dicen que uno vuelve a donde fue feliz, acá estoy con los chicos del tren. No está laburando nadie, estoy con Mati nada más. Vamos el San Martín”.
Pero su visita no se limitó a un simple reencuentro. Como en los viejos tiempos, Brian volvió a recorrer los vagones ofreciendo su producto con su característico carisma: “¿Cómo andan? Cuatro por $1000, están muy ricos, esta es la promo, la oferta”. Su espontaneidad generó una gran respuesta entre los pasajeros, logrando su primera venta y celebrándolo con entusiasmo: “Vamos, arriba. ¿Quién más? Gracias, rey, muchas gracias, papá”.
La jornada tuvo un momento especial cuando un niño lo reconoció y le pidió una foto. Con una gran sonrisa y la caja de alfajores en la mano, Brian accedió encantado, demostrando que, más allá de la televisión, sigue siendo el mismo chico humilde y carismático que conquistó al público.