En el mundo del espectáculo, las polémicas están a la orden del día. Pero cuando los conflictos mediáticos tocan la fibra familiar, todo cambia. Eso le sucedió a Yanina Latorre, quien en medio de su cruce con Fernanda Iglesias, encontró consuelo donde más lo necesitaba: en el corazón de sus hijos. El gesto de amor y apoyo que recibió de ellos la desarmó completamente en vivo, generando un momento inesperadamente íntimo en la televisión.
Un mensaje que le ganó al escándalo
Después de protagonizar un fuerte descargo en el ciclo “Sálvese quien pueda” (América TV), donde denunció situaciones de maltrato y extorsión, Yanina se tomó unos minutos para hablar desde otro lugar: el de madre. Entre lágrimas, contó al aire que sus hijos le escribieron mensajes llenos de cariño y orgullo, que le recordaron por qué sigue firme a pesar de todo.
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“Es feo que te extorsionen”, soltó con crudeza. Pero rápidamente, su voz se quebró al revelar que, en medio de tanto revuelo, decidió quedarse con lo verdaderamente importante: el amor incondicional de sus hijos. “Me voy a quedar con los mensajes de mis hijos. Escuchen lo que me escribieron cuando terminé de hablar”, dijo, visiblemente emocionada.
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El primero que mencionó fue el de su hijo varón, de 22 años, con quien no había hablado del tema porque, según explicó, él “es para adentro” y prefiere guardar silencio. Sin embargo, el joven no se quedó callado y decidió hacerle llegar su apoyo de una forma contundente. “Cuando terminó el programa un chico de 22 años, que tiene otro tipo de vida, que no es televisivo, que no es mediático, me pone: ‘te amo, ma. Sos lo máximo. De verdad, sos lo mejor que pasó en la vida’”, leyó Yanina al borde del llanto.
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Ese mensaje fue, como ella misma lo definió, un alivio en medio del caos. “Y yo me quedo con eso. Lo mejor que hice fue criarlos. Yo no le puedo permitir a nadie que acose y extorsione a mis hijos”, declaró con firmeza, dejando en claro que su prioridad está lejos del rating y muy cerca del corazón.
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También compartió lo que le escribió su hija Lola, quien sí había mostrado intenciones de intervenir públicamente en defensa de su madre. Yanina explicó que prefirió pedirle que no lo hiciera, pero igual recibió su respaldo de una manera que la tocó profundamente. “’Vos no hiciste nada malo, ma. Imaginate lo pelotuda que tiene que ser una persona contando eso, que ni siquiera es tuyo’. Y cuando terminé me pone: ‘te amo, la rompiste’. Y yo me quedo con mis hijos porque yo doy la vida por ellos”.
Con esas palabras, Yanina Latorre demostró que más allá de los enfrentamientos en la televisión, el verdadero sostén está en casa. Su historia no solo expuso una nueva interna mediática, sino que también reflejó cómo el amor familiar puede ser un escudo frente a las críticas más despiadadas.