Licha de GH rompió el silencio y contó el calvario que sufrió al vivir con Furia: “Se la pasaba…”

Sin lugar a dudas, uno de los grandes protagonistas de esta edición de Gran Hermano es Lisandro Navarro. Conocido cariñosamente como Licha por sus compañeros de la casa, su papel como administrador de la comida ha dejado un vacío palpable desde su eliminación. La comida, ahora, se ha convertido en el epicentro de los conflictos más recientes en la casa, evidenciando la importancia que tenía Licha en el equilibrio del grupo.

Lisandro Navarro fue eliminado en los primeros días de marzo, en un enfrentamiento directo con su gran rival, Furia, quien logró desbancarlo con el 60% de los votos negativos. En una entrevista con la revista Pronto, Licha compartió el calvario que vivió al convivir con Furia: “Estuve tres meses, llegué a la mitad de la competencia y me fui con la frente en alto porque fui el único que se le plantó a Furia.”

En este contexto, Navarro señaló cómo la presencia de Furia ha transformado la dinámica de la casa: “Hoy veo la casa y es una meseta. Todos están acompañándola y ayudándola a que ella gane. Yo no me iba a bancar a una persona que me trate mal.”

Sobre el apoyo que recibe Furia por parte del público, Lisandro expresó: “Hoy Furia se planta desde un discurso de violencia y de que todo lo chupa un huevo y mucha gente se debe sentir identificada con eso. Furia se jacta de feminista y me canso de ver tapes donde critica a Rosina, a Paloma por su cuerpo y tiene un doble discurso tremendo.”

Licha no dudó en describir el calvario que fue vivir tres meses con Furia: “Se levanta gritando y como yo no cedí a ser parte de su juego y su equipo, se la pasaba insultándome. No podía reaccionar porque si lo hacía, hoy estaría cancelado en todos lados.”

Finalmente, Navarro reflexionó sobre la doble vara de la sociedad: “Si un hombre responde o hace un cuarto de las cosas que hace ella, el día que sale de la casa lo esperan con un móvil y lo llevan detenido. Y con 200 denuncias por agresivo.” La experiencia de Lisandro Navarro en Gran Hermano no solo revela las tensiones dentro de la casa, sino también las complejidades y contradicciones de la sociedad contemporánea.

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