La tristeza invade al ambiente artístico argentino tras confirmarse la muerte de Elizabeth Aidil, una de las grandes figuras que marcaron la historia del teatro, la televisión y el cine nacional. Su partida, a los 81 años, deja un enorme vacío entre colegas, admiradores y generaciones que crecieron viéndola brillar en los escenarios más prestigiosos del país.
La noticia fue confirmada por la Asociación Argentina de Actores y Actrices, que expresó sus condolencias a familiares y seres queridos, recordando con respeto la trayectoria de una artista que lo dio todo por su vocación.
Una vida dedicada al arte en todas sus formas
Elizabeth Aidil —quien también fue vedette, cantante, autora y directora— debutó como vedette en 1972 y se convirtió rápidamente en una presencia destacada de la revista porteña, compartiendo escenario con grandes nombres como Nélida Lobato, Alfredo Barbieri, Tita Merello, José Marrone, Fidel Pintos, Jorge Porcel, Olinda Bozán y Don Pelele. Su paso por espectáculos icónicos como En vivo y en desnudo, Mar del Plata 100 x 100, El Maipazo Edición Extra y Gran despiplume en el Maipo quedó grabado en la memoria del público.
En televisión, su talento también se hizo sentir en programas históricos como La Tuerca, Alta Comedia, El amor tiene cara de mujer (El Trece), Popularísimo, Sábados Circulares y El Show de la vida (Telefe). En la gran pantalla, participó en títulos que hoy son clásicos, como Los doctores las prefieren desnudas, El manosanta está cargado y Casanegra.
Pero Aidil no fue solo una intérprete. Con la misma pasión que mostró sobre el escenario, exploró la escritura, la música y la docencia. Publicó obras como El de arriba y el de abajo y Toda una vida, colaboró con la revista Sex Humor y grabó discos como Toda una mujer y Gran musical. Además, dedicó parte de su vida a formar a nuevas generaciones como docente de teatro, canto y letras, compartiendo su conocimiento con el mismo amor que sentía por el arte.
Su verdadero nombre era Lidia Haydee Semino. Desde muy pequeña mostró una vocación innata: comenzó a escribir a los seis años, debutó como actriz a los diez y a los quince ya publicaba poesía. Su talento y perseverancia fueron reconocidos en 2015, cuando la Asociación de Actores la homenajeó con la medalla por sus 50 años de afiliación durante la ceremonia de los Premios Podestá, realizada en el Salón Azul del Congreso de la Nación.
Hoy, el mundo del espectáculo la despide con profundo respeto y cariño. Elizabeth Aidil fue mucho más que una actriz: fue una artista integral, una mujer que vivió y respiró arte hasta el último día. Su legado permanecerá intacto en cada escenario, en cada historia contada y en cada aplauso que aún resuena en su honor.