“Falleció; la perdí”: tristeza en el medio por lo que contó Flavio Mendoza en televisión.

En un momento de profunda emotividad, Flavio Mendoza compartió en Canal 12 de Córdoba su experiencia desgarradora relacionada con la pérdida de su madre, Zulema, a quien cariñosamente llamaban Zulma. Su relato resonó en el corazón de todos los televidentes, mostrando una faceta más vulnerable del famoso artista mientras presenta su espectáculo de Halloween.

«Yo perdí a mi vieja… Zulema se llamaba, le decíamos Zulma. Cuando falleció para mí fue muy fuerte. Fue el momento donde yo me sentí solo. Ella se fue unos meses antes de que naciera Dio. Fue algo re loco», comenzó expresando Flavio, con un tono que reflejaba la profunda tristeza que lo acompaña desde entonces.

El creador del espectáculo también confesó que su madre era su pilar fundamental: «Mi mamá era como mi responsabilidad, mi todo. Al perderla me sentí solo, nunca había sentido esa sensación. Si bien tenía a mis hermanas, no sentía que eran mi familia. Un poco Dionisio cumplió ese rol ahora. Tengo que velar por él, cuidarlo, criarlo», añadió, señalando cómo la llegada de su hijo ha cambiado su perspectiva.

Flavio no se detuvo allí y continuó profundizando en la relación que tuvo con su madre. «Mamá en un momento se tornó un poco mi hija. Sentí muchísimo el impacto. Fue algo que hasta traté en terapia. El día que me largué a llorar con mis hermanas les dije que sentía un vacío, ellas me decían que estaba, pero la cosa de una madre, viste…», reflexionó, destacando el proceso de sanación que ha buscado tras la pérdida.
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El artista también compartió sus sentimientos de regret y pérdida. «Yo he logrado muchas cosas en mi vida, pero siempre falta. Yo hubiera querido que mi mamá conozca a mi hijo, porque para mí fue una lucha tener un hijo. Mi mamá me pegaba mucho, más allá de todo el amor que yo siento y sentí, la pérdida tan grande, ella, pero me golpeaba de una forma que no era normal», relató con sinceridad.

Refiriéndose a las dificultades de su crianza, Flavio agregó: «No era solamente la chancleta. Eran peligrosos los golpes que ella nos daba. Yo lo pude perdona para sanar. Siempre dije que no iba a hacer lo que me hicieron a mí. Yo no quiero ser una persona resentida como ella. Ella también fue golpeada, abusada. Yo repetí un poco sus mismas cosas, pero no me quiero quedar con ese dolor», concluyó, dejando claro su deseo de romper el ciclo de dolor y enfocarse en el futuro.

Las palabras de Flavio Mendoza no solo son un testimonio de su fortaleza, sino también un recordatorio de la complejidad de las relaciones familiares y el impacto que tienen en nuestras vidas. Su historia resuena profundamente, mostrando que, a pesar de las adversidades, el amor y la lucha por sanar siempre prevalecen.

 

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