Evangelina Anderson reveló la situación que experimenta junto a su esposo Martín Demichelis y la razón por la cual no logran resolver ese problema. La personalidad televisiva y modelo se expresó al respecto desde su función como jueza en Los Ocho Escalones.

“Lo que siempre queremos hacer y nunca podemos, porque vive trabajando hasta los días que no debería, es ir a Córdoba, a Justiniano Posse. Amamos ir, pero, por un tema de tiempos, viene más su familia a visitarnos“, compartió Anderson.

Anderson y Demichelis regresaron al país en 2022 debido al cargo del deportista como director técnico de River Plate. Desde entonces, la modelo que inició su carrera a principios de este siglo ha estado trabajando en televisión nuevamente mientras su esposo desempeña su rol en ese puesto. Sin embargo, según su testimonio en El Trece, Demichelis no dispone de tiempo para dedicarse a disfrutar momentos relajados en familia.

Evangelina habló de todo lo que conllevó volver a  Argentina

“Fue una decisión tomada en familia. A mí me daban miedo muchas cosas de volver, sobre todo la inseguridad. Después, viviendo acá lamentablemente te acostumbrás. También tenía miedo por el desarraigo de los chicos, ellos tienen otra manera de vivir y no sabía si iban a amoldarse al país. Cuando uno vive lejos, tus amigos se convierten en tu familia, y para mí era muy fuerte dejar todo eso“, compartió Anderson en una conversación con La Nación. Luego añadió: “Tampoco fue un no rotundo de mi parte, jamás le iba a pinchar a Martín su sueño de estar en River. Me fui por amor sin dudarlo y volví por amor“.

Anderson reveló que Martín se trasladó primero y ella se quedó allí: “Tuve que armar las valijas, organizar las cosas de la escuela de los chicos, las despedidas de cada uno con sus grupos de amigos, trámites, y más. Una semana después, traje a los chicos y a tres de mis perros, pasamos las fiestas en Argentina y volví a Alemania los primeros días de enero para seguir con la mudanza, que me llevó un mes más. Nuestra casa era de tres pisos: teníamos un montón de muebles que mandé en barco. Mis amigas argentinas estaban chochas, repartí un montón entre ellas”.