En el encendido televisivo actual, donde cada programa pelea minuto a minuto por atraer público, MasterChef volvió a instalarse como uno de los gigantes indiscutidos. No solo por sus más de 12 puntos de rating, sino también porque cada semana aparece un nuevo capítulo fuera de cámara que genera tanto ruido como los desafíos gastronómicos. En esta oportunidad, el foco quedó sobre Eugenia Tobal y una supuesta renuncia que, según revelaron en América, habría sido manejada de una manera más que polémica detrás de escena.
La verdad detrás de la “despedida” de Eugenia Tobal
En los pasillos de Telefe se comentaba desde hace días el conflicto que la actriz habría vivido con Germán Martitegui, señalado desde el inicio como el jurado más estricto y áspero del reality. Una frase del chef, según trascendió, habría dejado a Eugenia emocionalmente devastada y con ganas de abandonar el certamen. Sin embargo, detrás de esa intención apareció un dato inesperado: la producción, siempre según versiones, no le habría permitido renunciar y hasta la habrían presionado con cuestiones contractuales.
Todo parecía un rumor… hasta que en Intrusos llegó la confirmación. Paula Varela fue directa al revelar que la salida de la actriz ya estaba grabada, pero no como muchos imaginaban, sino como una especie de escena preparada específicamente para justificar su partida. En palabras de la panelista: “Atención, porque en este mismo momento se está grabando la despedida de Eugenia. Ella hace un plato y no gusta. No renuncia como Valentina Cervantes, la descalifican porque cocinó mal”. Y remató sin vueltas: “Es una eliminación guionada”.
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La situación tomó un giro aún más fuerte cuando Varela agregó: “Me dicen que ella estaba esperando este día”, dando a entender que la actriz deseaba cerrar su participación cuanto antes. Pero quien terminó de encender la mecha fue Marcela Tauro, al afirmar: “Le habían dicho que no podía renunciar, que cocine mal”. Y sumó un dato que podría cambiar la percepción pública sobre el caso: “Le habían recomendado que no aceptara esto, porque ella cocina en sus redes y no era bueno si no le iba bien en el certamen”.
Estas revelaciones reavivaron el debate sobre cuánto de lo que se ve en un reality es espontáneo y cuánto está delineado por la producción. Lo cierto es que, más allá del éxito indiscutible del formato, esta supuesta eliminación montada vuelve a poner el ojo en los límites del show y en el impacto que puede tener sobre sus participantes.
