Mientras transita su tercer embarazo, Juana Repetto decidió mostrarse sin filtros ni poses. A diferencia de las típicas publicaciones idealizadas de maternidad, la actriz eligió hablar desde la sinceridad y compartir con sus seguidoras el lado más real y vulnerable de esta etapa. Juana abrió su corazón en redes sociales y dejó en claro que, aunque está feliz, también enfrenta momentos difíciles con los cambios físicos.
La catarsis de Juana Repetto en sus primeros meses de embarazo
Desde sus historias de Instagram, Juana comenzó con un relato que muchas futuras mamás entendieron de inmediato: “Chicas, la ropa… Me quise tapar después de lo de las bikinis, pero no puedo. La ropa se me sube porque tengo las tetas enormes, entonces se me sube la remera”, expresó entre risas y resignación.
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Lejos de quedarse ahí, continuó describiendo lo incómodo que se vuelve vestirse a diario. “Ya no me va a el tiro alto, porque tengo también el culo así. Entonces me tengo que bajar el pantalón, y me queda toda la panza al aire. Podemos hacer una sección looks aptos, embarazo, ¿qué dicen? Este es el de hoy”, lanzó con humor mientras mostraba su look frente al espejo.
A pesar de intentar tomárselo con liviandad, detrás de esas palabras se escondía un sentimiento más profundo. Juana confesó que el tema del cuerpo siempre fue un punto sensible en su vida, y que aunque intenta aceptar los cambios del embarazo, no siempre le resulta sencillo.
“Me quedé pensando en esto del cambio físico, yo estoy tratando de tomármelo con humor, pero en el fondo me cuesta a mí, no me hace feliz. Verme la panza es divino, pero te crece el culo, la papada. Me veo en el programa y es tipo: ‘Me re noto el cambio físico’. Y no solo en la panza, entonces me cuesta mucho”, reconoció con total honestidad. Luego, sumó una reflexión más profunda sobre la presión estética que siente: “Me cuesta mucho. Cada vez que hablo de este tema, me juzgan un montón. Yo les quiero decir a todas las que me critican que yo sufro un poco de esto. Soy en algún punto víctima. He sufrido toda mi pre-adolescencia, mi adolescencia y mi juventud por no tener un cuerpo hegemónico”, aseguró.
Finalmente, la hija de Nicolás Repetto y Reina Reech cerró su mensaje apelando a la empatía y al entendimiento: “Hoy lo sufro. No me critiquen porque lo sufro y lo comparto. Para muchas mujeres es muy difícil vernos en estos cambios”.
Con su sinceridad habitual, Juana volvió a poner sobre la mesa un tema que atraviesan miles de mujeres: la presión de encajar en un ideal físico, incluso en una etapa tan natural y transformadora como el embarazo. Su mensaje, cargado de autenticidad, se convirtió en un llamado a la comprensión y al amor propio, sin filtros ni retoques.
