Ingrid Grudke enfrenta uno de los capítulos más difíciles de su vida, una traición que parece salida de una novela, pero que tristemente es su realidad. La reconocida modelo reveló detalles impactantes sobre la infidelidad de su pareja, Martín Colantonio, con Andrea Miranda, la esposa de su sobrino Santiago. Una historia que mezcla confianza quebrantada, dolor y una gran valentía para contar su verdad.
“Estoy shockeada todavía”: Ingrid abre su corazón
La tormenta comenzó cuando los rumores sobre una relación clandestina entre Colantonio y Andrea empezaron a circular. Ingrid, lejos de imaginar que podían ser ciertos, intentó negar lo evidente. Sin embargo, el tiempo y las pruebas terminaron por revelarle una verdad devastadora. “Estoy shockeada todavía, dolida, pasaron muchas cosas y tengo un tiempo para recuperarme”, confesó Grudke en una entrevista con A la Tarde.
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La modelo no solo enfrentó el dolor de una infidelidad, sino el peso de una doble traición, ya que Andrea no era solo la esposa de su sobrino, sino también alguien muy cercana a ella: “Santiago es el hijo de mi hermana mayor, Andrea Miranda era nuestra mano derecha. Sentí una estafa emocional, me duele mucho, me cuesta entender esto, creí y confié en una persona, Martín para mí era un ser maravilloso y descubrí otra cosa”.
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El dolor se intensificó al conocer la duración de la relación secreta. “Habían alertas, pero a uno le cuesta creer que pase algo así… no fue un desliz. Lamentablemente fueron varios meses”, relató, mostrando la profundidad de la herida.
Imágenes que no se borran
Lo más impactante llegó con la manera en que descubrió la traición. Grudke reveló que una amiga fue quien le dio el primer aviso, algo que inicialmente le costó aceptar. “Una amiga se animó a contarme primero, me costaba creer y luego aparecieron pruebas”. Pero esas pruebas no fueron solo rumores: “Los vi a mi pareja y mi sobrina besándose en un ascensor”, una escena que quedará grabada para siempre en su memoria.
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A esto se sumaron más pruebas: conversaciones entre Colantonio y Andrea a sus espaldas y momentos que ocurrieron en su propia casa, mientras ella dormía. “Vi imágenes que no me las va a sacar nadie… mientras yo dormía en la otra habitación, estaba Andrea. La quería muchísimo, confié mucho en ella, y en mi familia explotó todo”.
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El relato de Ingrid Grudke es un testimonio de la resiliencia frente al dolor más profundo. Aunque devastada, se ha atrevido a compartir su verdad con valentía, mostrando que, incluso en medio de la tormenta, se puede encontrar la fuerza para seguir adelante.