La angustia que rodeó el delicado estado de salud de Christian Petersen empezó a dar paso, lentamente, a un sentimiento que parecía imposible hace apenas unos días. Tras horas de silencio, versiones cruzadas y un diagnóstico que estremeció a todos, en las últimas horas surgieron señales concretas que modificaron el clima alrededor del reconocido chef. Sin triunfalismos ni exageraciones, el término que hoy se instala es uno solo: alivio.
Petersen permanece internado en San Martín de los Andes desde que sufrió una grave descompensación mientras se encontraba en la base del volcán Lanín. El episodio, sorpresivo y dramático, activó una cadena de preocupación que se intensificó cuando, varios días después, trascendió un parte médico demoledor que hablaba de “falla multiorgánica”. Esa información marcó un quiebre total y encendió la alarma máxima.
Durante días, el silencio fue absoluto. Sin comunicados oficiales y con datos fragmentados, el estado de salud del chef quedó envuelto en incertidumbre, alimentando versiones y especulaciones. Recién este sábado 20, a más de una semana de la internación, comenzaron a conocerse novedades que cambiaron el escenario.
Las señales que trajeron esperanza en medio de la angustia
Quien puso palabras a ese giro fue Juan Etchegoyen, al compartir información directa del entorno laboral de Petersen. “La salud de Christian Petersen evoluciona. Acabo de hablar con el entorno laboral del chef. Buenas noticias”, expresó el periodista, llevando algo de calma a una situación que había generado enorme preocupación.
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Luego, Etchegoyen sumó datos clave que marcaron un antes y un después en el cuadro clínico del cocinero: “Mejora de a poco. En las últimas horas se despertó, lloró y también sonrió. Fue desentubado”. Hablar de reacciones, gestos y avances representó un verdadero rayo de esperanza después de jornadas dominadas por el miedo.
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Sin embargo, desde el círculo íntimo de Christian mantienen una postura prudente. La cautela sigue siendo central, aunque también apareció el enojo por cómo se trató públicamente el tema. Según reveló Etchegoyen, la familia expresó un fuerte malestar con la cobertura mediática: “Lo otro que me informan es que la familia está muy enojada con la prensa por el tratamiento del tema. Textual que me dicen: ‘Lo dieron un poco más por muerto’”.
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A pesar de esta evolución favorable, Petersen continúa internado y bajo estricta observación médica en San Martín de los Andes. Está acompañado por su familia y su entorno más cercano, que sigue cada pequeño avance con atención. La recuperación será lenta y exige extrema prudencia, pero las señales positivas comienzan a cambiar el tono de una historia que, hasta hace poco, estaba marcada únicamente por la angustia.
