“Cuando tenía 7 años”: Sorpresa por lo que salió a la luz sobre la historia de vida de Jorge Lanata

El fallecimiento de Jorge Lanata ha dejado al país en un profundo estado de conmoción. Reconocido como uno de los periodistas más influyentes de la radio y la televisión argentina, su partida marca el cierre de una era en el periodismo nacional. Su vida, llena de desafíos personales y profesionales, fue abordada en un emotivo informe que se presentó en LAM, donde se recordaron los momentos más duros y significativos de su historia.

Una batalla incansable contra la salud

«Murió Jorge Lanata luego de brindar una larga batalla, finalmente su cuerpo se dio por vencido. La salud fue su talón de Aquiles, y cuando fue trasplantado fue un momento difícil de su vida», señalaron durante el programa, recordando los episodios críticos que enfrentó el periodista en los últimos años. Sin embargo, su legado no se limita a su profesión, sino también a las adversidades que marcaron su vida desde muy joven.
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El informe ahondó en los detalles de su difícil infancia: «La guerra entre sus hijas y su actual esposa opacaron sus últimos días de vida. Jorge Ernesto Lanata nació el 12 de septiembre de 1960 en Mar del Plata. Su infancia estuvo marcada por desafíos. Cuando tenía 7 años su madre quedó postrada producto de una operación cerebral por un cáncer», expusieron.
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El propio Lanata habló en numerosas ocasiones sobre los momentos más duros que vivió con su madre: «Mamá tuvo un tumor cerebral desde que yo tenía 7 u 8 años, hasta los casi 50. Ella tenía un lado del cuerpo paralizado y una lesión en el centro del habla», expresó en una de sus entrevistas más conmovedoras. «No podía mover la parte derecha, no podía formar palabras. Ella me entendía, me decía sí o no, pero no podía decirme otra cosa. Yo la atendía porque era mi mamá», relató el periodista, dejando entrever la enorme carga emocional que tuvo que llevar siendo apenas un niño.

La pérdida temprana de su madre dejó un vacío que fue llenado por otra mujer fundamental en su vida: su tía Nélida. «Fue educado y criado por su tía, la persona más importante en su vida», destacaron en el informe. Lanata siempre la mencionó con un toque de humor y cariño: «Nélida fue mi segunda mamá. Yo viví con ella hasta los 94… no se moría nunca, era una cosa terrible», recordó con su estilo inconfundible.
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Otro hecho impactante en la vida de Lanata fue revelado cuando ya era un adulto: «A los 56 años se enteró de que era adoptado», mencionaron durante el programa, un episodio que sumó otra capa de complejidad a su historia personal.

 

La partida de Jorge Lanata deja un vacío irreparable en el periodismo argentino, pero su vida y legado permanecerán como un recordatorio de la resiliencia, la pasión y el compromiso que definieron su carrera y su humanidad. Argentina despide a un ícono, pero su voz seguirá resonando en la memoria colectiva del país.

 

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