Conmoción en el mundo del espectáculo: fallece a los 89 años un emblemático actor mientras dormía

La noticia sacudió al mundo del cine y a millones de admiradores alrededor del planeta: Robert Redford murió mientras dormía en su casa de Utah a los 89 años. Más allá de ser recordado como un galán, Redford fue un verdadero artista, con rebeldía, talento y una pasión que trascendió generaciones. Su legado no se limita a la pantalla; su influencia alcanzó desde el teatro hasta la formación de jóvenes cineastas en todo el mundo.

La vida de Redford no estuvo exenta de desafíos. En 1955, tras la pérdida de su madre, abandonó temporalmente sus estudios y emprendió una etapa bohemia por Europa. Sin embargo, esa rebeldía juvenil dio paso a un camino firme en el arte y en la vida familiar cuando, a finales de los años 50, comenzó a estudiar arte en Nueva York y formó su primera familia con Lola van Wagenen. Su carrera comenzó en televisión y en Broadway, un terreno donde su propio padre dudaba de su futuro profesional, pero que terminó siendo el trampolín hacia el cine con obras como Descalzos en el parque, que luego protagonizó junto a Jane Fonda.
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En 1969, su papel en Dos hombres y un destino, junto a Paul Newman, lo catapultó a la fama y consolidó una de las duplas más memorables de Hollywood. La química entre ambos no solo brilló en pantalla, sino que marcó un hito en la historia cinematográfica. A lo largo de su carrera, Redford protagonizó clásicos inolvidables como Tal como éramos, El golpe, Todos los hombres del presidente y Memorias de África, films que no solo fueron éxitos de taquilla, sino que recibieron reconocimiento con múltiples nominaciones y premios Oscar.
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Pero Redford no se limitó a actuar: fue director y productor, fundó Wildwood Enterprises y obtuvo un Oscar como mejor director por Ordinary People en 1980. Su influencia también se extendió a la formación de nuevos talentos con el Instituto Sundance y el festival que lleva su nombre, un espacio que se convirtió en referencia para jóvenes cineastas de todo el mundo.

En su vida personal, Redford tuvo momentos de gran curiosidad y relevancia, como cuando en 1976 entrenó al presidente Jimmy Carter para un debate crucial, demostrando que su alcance iba más allá del cine. Su vida sentimental incluyó una segunda boda en 2009 con la pintora alemana Sibylle Szaggars y la pérdida de dos hijos, un dolor que afrontó con discreción y respeto.

Tras anunciar su retiro en 2018, Redford decidió vivir en silencio en su rancho de Utah, cumpliendo su promesa: “Cuando me vaya, lo haré en silencio”. Y así fue. Aunque su partida marca el final de una era, su legado permanece intacto en cada escena, en cada película donde su talento brilló con luz propia, recordándonos que la grandeza del cine también se mide por quienes dejan una huella imborrable en la historia y en el corazón del público.

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