Victoria Vannucci se enfrenta a uno de los momentos más oscuros de su vida. Lo que debería haber sido una simple discusión con su expareja, Matías Garfunkel, se transformó en un violento episodio que dejó secuelas físicas y emocionales. En medio de la confrontación, recibió golpes en la cabeza y fue trasladada de urgencia a una clínica en Estados Unidos, donde quedó internada para ser atendida de manera inmediata.
.
Además de las lesiones sufridas, Vannucci tuvo que someterse a un lavaje gástrico, presuntamente por la ingesta de pastillas. La situación escaló rápidamente, y desde la cama del hospital decidió compartir una estremecedora imagen en su cuenta de Instagram, mostrando parte de su cuerpo con las marcas visibles del violento encuentro. La foto impactó a sus seguidores y generó una ola de preocupación por su salud.
Mientras tanto, Garfunkel fue detenido y trasladado a una clínica psiquiátrica para ser evaluado. Según informó Naiara Vecchio en Canal 9, “ella muestra que está internada y se ve el parte, a ella le hicieron un lavaje, también estuvieron analizando a nivel psicológico. Ella menciona que la golpeó”.
El calvario de Victoria Vannucci y su angustiante testimonio
Desde la clínica, Vannucci decidió romper el silencio y relatar lo que ha vivido en los últimos años. En el programa Secretos Verdaderos, hizo revelaciones que dejaron a todos atónitos: “Garfunkel no quiere que mis hijos vengan a Argentina. Él me empezó a pegar cuando estaba embarazada”, confesó, evidenciando que la violencia había comenzado mucho antes de este último episodio.
También detalló los terribles momentos que vivió en su relación: “Tengo un golpe interno en la cabeza. Me empujó, también me golpeó la cadera. Mi peor error fue dejarle mis hijos a mi ex”, añadió.
Aunque no reveló exactamente dónde se encuentra internada, confirmó que sus hijos están ahora con ella y que son su principal prioridad. Los informes médicos filtrados detallan un diagnóstico alarmante: “golpes en la cabeza, contusiones y hematomas”, lo que confirma la gravedad de la agresión sufrida.