El reality show Gran Hermano volvió a ser escenario de tensiones cuando Emmanuel Vich expresó su descontento con el conductor Santiago del Moro. La fuente de la molestia fue un juego propuesto por la producción del programa, que no fue bien recibido por el participante.
La controversia comenzó cuando la producción de Gran Hermano sugirió a los cuatro finalistas organizar una falsa boda para entretenerse. Según el plan, Bautista Mascia se casaría con Denisse González, Nicolás Grosman con Florencia Regidor, y Emmanuel Vich con Darío Martínez. Esta última pareja fue el detonante del enfado de Emmanuel.
El motivo de su molestia radica en el significado profundo que tiene el matrimonio igualitario para él. “Yo estoy re caliente de que me hacen casar con Darío. Estoy re caliente. A mí no me pinta. ¿Sabés cuántos años estuve yo para poder casarme con mi marido?” expresó visiblemente enojado. Emmanuel expresó que el matrimonio es un derecho que ha sido ganado tras años de lucha y esfuerzo por parte de la comunidad LGBTQ+.
La situación se agravó cuando Emmanuel sintió que Santiago del Moro, el conductor del programa, no tomaba en serio su posición. Durante una transmisión en vivo, Emmanuel percibió una falta de respeto por parte de Del Moro, quien aparentemente se reía de la situación. Emmanuel no dudó en expresar su descontento: “A mí me chupa un huevo casarme en joda porque no me lo tomo en joda. Me da soberanamente por las pelotas que Santi (del Moro) se me ría en la cara en un vivo. Le dije que sí por el show pero a mí no me gusta”.
El incidente ha puesto de relieve las sensibilidades en torno a temas de igualdad y respeto dentro del reality show. La reacción de Emmanuel subraya la importancia del reconocimiento y respeto hacia las luchas históricas de la comunidad LGBTQ+. Para él, cualquier representación del matrimonio, incluso en un contexto de juego, debe ser tratada con la seriedad y el respeto que merece.