Este martes, se dieron a conocer nuevas revelaciones sobre la impactante muerte de la Tota Santillán, un reconocido conductor que fue hallado sin vida en su domicilio de Castelar a fines de septiembre, con la mitad de su cuerpo gravemente quemado. A medida que avanzan las investigaciones, las autoridades han proporcionado información clave sobre las circunstancias que rodearon su fallecimiento.
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De acuerdo con el informe forense, el fuego que consumió parte del cuerpo del conductor se originó en el baño de la vivienda. En la escena, los peritos encontraron dos fósforos quemados, la tapa de un recipiente y una botella con una etiqueta que indicaba aguarrás, un líquido inflamable. Los expertos descartaron un accidente eléctrico, ya que no se encontraron indicios de fallas en el sistema eléctrico de la casa.
El informe judicial es contundente: “Se descarta que el mismo (incendio) se haya producido por accidente eléctrico”. Además, el documento explica que el fuego se originó por el contacto de un elemento portador de llama libre con el cuerpo y la ropa de la víctima. A pesar de que en el lugar se encontraron fósforos y un encendedor chispero, no es posible determinar si el incendio fue causado por un acto de negligencia o si fue intencional. Como detalla el informe, “Si bien en la escena se hallaron tanto fósforos como encendedor chispero, no es posible determinar si el origen del incendio fue causado por negligencia de la víctima o con el propósito de auto infringirse daño”.
La principal hipótesis sobre la muerte de la Tota Santillán
En las semanas posteriores a su muerte, la Justicia ha estado investigando las causas que llevaron al trágico desenlace de la Tota Santillán. Según fuentes cercanas a la investigación, la hipótesis más fuerte que manejan los investigadores es la de un posible suicidio.
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Se cree que el conductor, durante la tarde del sábado, podría haber rociado su cuerpo con un líquido inflamable, para luego prenderse fuego deliberadamente. Cuando los agentes de la policía ingresaron a su domicilio, encontraron a Santillán ya sin vida, tirado en el suelo del living, con la mitad de su cuerpo calcinado.
El escenario era desolador. El sillón del living también estaba completamente carbonizado, lo que indicaba la magnitud del fuego. Sin embargo, los peritos señalaron que el incendio se autoextinguió, evitando que las llamas se propagaran por toda la vivienda.
Las investigaciones continúan, pero estos nuevos detalles arrojan luz sobre el doloroso final del conductor, cuyas últimas horas siguen siendo objeto de análisis por parte de la Justicia.
