Laurita Fernández es una de las figuras que más ha evolucionado en los medios. Comenzó siendo bailarina de Matías Alé en el Bailando 2010, luego tuvo apariciones como coreógrafa en Combate y terminó conduciendo el programa. Además, ganó el Bailando por un Sueño 2015 junto a Fede Bal, fue jurado del mismo y ha sido conductora de numerosos programas. Actualmente, se encuentra brillando en “Legalmente Rubia” y disfrutando de dos años de felicidad junto a Peluca Brusca.
Sin embargo, llegar a este punto no fue fácil para Laurita. Antes de su romance con Peluca Brusca, productor histórico de Guido Kaczka, Laurita tuvo relaciones muy mediáticas con Nicolás Cabré, Fede Bal y Federico Hoppe, de las cuales no siempre sacó buenas experiencias.
“Uno de los aprendizajes más grandes es que la pareja es de a dos. Cada vínculo me ayudó a ser una mejor versión de mí misma. Fui mejorando en distintos aspectos. Todas mis relaciones me hicieron la compañera que soy hoy”, explicó Laurita.
En una sincera confesión, habló sobre cómo en el pasado se dejó de lado por la otra persona, algo que no volvería a hacer: “Aprendí a priorizarme. Muchas veces, dejé de hacer cosas por el otro y me sentí apagada o perdida”.
A través de sus experiencias, Laurita ha madurado y aprendido de sus errores. Aunque sus relaciones amorosas anteriores tuvieron aspectos negativos, le dejaron profundas reflexiones sobre su crecimiento personal.
La sorpresiva confesión de Laurita Fernández sobre su actual pareja:
“En relaciones pasadas, me pasó de no sentirme acompañada ni impulsada en mi profesión, que para mí es muy importante. Hoy entiendo que no solo depende del otro, sino también de permitir que eso suceda”, sostuvo Laurita.
Comparando con su presente junto a Peluca, añadió: “Lo que aprendí es a no permitir que me derrumben algo o que no me dejen ser quien quiero ser. Pelu, mi pareja actual, un día me dijo: ‘Yo no tengo que pagar los platos rotos de otros vínculos, pero entiendo que estés a la defensiva y que quieras marcar tus límites porque no quieres que te vuelvan a pasar determinadas situaciones’”.
Aunque no todo fue fácil con Brusca y al principio tuvo muchos miedos, Laurita destacó la importancia de la comunicación en su relación: “Encaré esta relación con muchos miedos, necesitando dejar en claro lo que ya no quería que pasara en mis vínculos. Él también es muy comunicativo, así que desde el inicio hablamos mucho. Eso está muy bien”.