El mundo del periodismo argentino está de luto tras el fallecimiento de Miguel “Tubo” Durán, una figura emblemática que dejó una marca indeleble en la industria. Conocido como uno de los grandes referentes del periodismo en la provincia de Córdoba, Durán falleció el pasado lunes 1 de julio debido a un infarto, causando una gran conmoción entre colegas y seguidores.
El periodismo, conocido popularmente como “el cuarto poder”, desempeña un papel crucial en la cultura y la democracia del país, garantizando el derecho a la información y la libertad de expresión. La noticia de la muerte de Durán, quien dedicó su vida a esta profesión, ha generado una profunda tristeza en la comunidad.
Miguel Durán era ampliamente reconocido por su habilidad para desentrañar complejas historias y presentar los hechos con una claridad y profundidad excepcionales. A lo largo de su carrera, se destacó por su labor en el diario La Voz del Interior, especialmente en la sección de Policiales, donde demostraba su pasión y habilidad para cubrir noticias de gran relevancia. Su colega Germán Negro, periodista de Canal C, lo recordó con admiración: “Maestro de la profesión. Uno de los últimos bohemios”. “La persona que mejor cubrió en el país el crimen de María Soledad Morales y, además, el juicio”. Negro agregó que Durán era un periodista de la calle, siempre trayendo las noticias más importantes y exclusivas.
El impacto de su trabajo en La Voz del Interior fue significativo. Durán no solo cubría los eventos, sino que también ofrecía análisis profundos y perspicaces, lo que le ganó el respeto tanto de sus colegas como de sus lectores. Su estilo único y su dedicación incansable lo convirtieron en una fuente confiable de información para la comunidad.
Durán era conocido por su integridad y su compromiso con la verdad. Su capacidad para investigar a fondo y presentar informes detallados y precisos lo destacó como un periodista excepcional. Su cobertura del caso de María Soledad Morales es un ejemplo claro de su maestría. La manera en que documentó el crimen y el juicio posterior es recordada como una de las mejores coberturas periodísticas del país.
La pérdida de Miguel Durán deja un vacío difícil de llenar, pero su legado y su ejemplo seguirán inspirando a futuras generaciones de periodistas. Su impacto en el periodismo argentino perdurará, recordándonos la importancia de la dedicación, la pasión y la búsqueda incansable de la verdad. Durán será recordado no solo como un gran periodista, sino como un mentor y un modelo a seguir para muchos en la profesión.