A días del gran evento que unirá a Nicolás Cabré y Rocío Pardo en Córdoba, la cuenta regresiva se volvió más intensa de lo previsto. Lo que parecía ser una previa tranquila, marcada por preparativos y expectativas, terminó dando un giro inesperado. Entre detalles de vestuario cuidadosamente guardados y un clima de celebración, surgió una información que nadie veía venir y que ahora envuelve a la pareja en una mezcla de sorpresa y preocupación. Una revelación mediática encendió todas las alarmas y puso en jaque la armonía previa al “sí”.
Karina Iavícoli irrumpió con datos que hasta ese momento se mantenían ocultos: el traje que usará Cabré. Según contó, todo estaba bajo “absoluto hermetismo”, pero ella logró acceder a detalles que cambiaron el ánimo del panel. “Ya falta muy poco para la boda, están muy enamorados”, dijo antes de soltar la primera bomba de la tarde sobre el look del actor.
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La periodista reveló que el diseño elegido corre por cuenta de Daniel Casalnovo, pero lo que más llamó la atención fue la descripción del color. “Sería como un helado de vainilla!”, aseguró, sorprendiendo a todos. Más tarde, aclaró que se trataría de un tono muy claro, crema, casi vainilla, algo poco habitual en bodas locales. Para reforzar su postura, sumó: “Sería un color vainilla, clarito, muy sencillo, lindo, pero raro. Suele usarse azul o negro”. Todo indica que Cabré quiere romper con lo tradicional y apostar por una estética distinta, más fresca y arriesgada.
El dato más delicado: la preocupación que golpea al actor
Mientras el debate se centraba en el color del traje, la charla tomó otro rumbo. Laura Ubfal, con información más sensible, introdujo un conflicto que empaña el clima festivo. La periodista fue directa: “Está preocupado porque expulsaron al suegro de la asociación de empresarios teatrales”.
El dato fue un baldazo de agua fría para todos. Según profundizó, la expulsión se debe a una complicada situación financiera: “Debería plata a medio mundo y tampoco mostró números claros de venta de tickets”. Además, sumó un detalle que agrava aún más el panorama: esta expulsión implica que “su espectáculo no va a poder figurar en las estadísticas”.
El episodio tomó por sorpresa incluso al entorno más cercano del actor, que intenta mantener la calma mientras se acerca la fecha del casamiento, el 6 de diciembre. Para Cabré, que viene transitando una etapa de perfil bajo y estabilidad, el conflicto representa una tensión inesperada justo cuando buscaba enfocarse en la celebración.
