Eliana Guercio atraviesa un momento muy delicado que mezcla angustia, enojo y preocupación. La exvedette había denunciado públicamente haber sido víctima de mala praxis estética, y en los últimos días decidió hablar sin filtros sobre lo que está viviendo. Sus declaraciones se conocieron en medio de la repercusión que generó el tema en el programa Lape Club Social, donde Marina Calabró aportó detalles exclusivos sobre el caso.
Las palabras de Guercio y los detalles de Marina Calabró
En un programa de streaming, la esposa de Chiquito Romero abrió su corazón y dejó frases contundentes: «Estoy triste, tengo mil quilombos. Estaba muy ilusionada. Va a llevar un tiempito y veremos si se podrá hacer algo. Ya está, estoy muy maquillada. Hago lo que puedo. Yo tengo 48 años, me preocupa que le pase lo que me pasó a mí a una chica de veinte. Te arruina. A mí no me debería haber pasado».
Mientras tanto, Marina Calabró fue quien llevó tranquilidad pero también sembró expectativa: «Han pasado los días. La pregunta es ¿se acabó todo? ¿ya está? ¿está bien Guercio? Está iniciado el trámite legal». Según explicó, la mediática todavía no puede dar nombres por cuestiones judiciales: «Está el abogado de Eliana detrás de todo el tema, todavía tiene la responsabilidad legal de no contar quién fue. Esto no pasa de hoy y mañana, ya va a poder contar en qué centro estético y con qué profesionales se lo hizo. No es un tema menor, tiene que hacer un proceso para recuperar el estado normal de su piel. Le deseamos una pronta recuperación, te queremos Guercio», agregó la periodista.
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Lo cierto es que el problema habría comenzado con un tratamiento estético de láser. Calabró detalló: «Hay preocupación por la salud de Eliana Guercio. Es un tratamiento que se llama CEO2, es potente y regenera la piel desde adentro hacia afuera. Es de láser, a partir de la aplicación se hacen unas costras, se caen y te deja la piel lozana. Fue a hacerse el tratamiento, les explicó qué quería el tratamiento en la frente y zona de pómulos».
Sin embargo, lo que parecía un procedimiento común terminó de la peor manera: «Ella va, se hace el tratamiento y a las 24 horas la llaman al control. Cuando va le empiezan a cambiar el discurso, primero les dicen que los resultados los va a ver en veinte días, después en un mes y medio, y que va a tener que hacer otro tratamiento. A las 26 horas le empezó un proceso inflamatorio tremendo en la cara, se le deformó la cara. Le quemaron la cara con el láser».
Hoy, Eliana intenta sobrellevar esta situación mientras avanza con su reclamo legal, con la esperanza de que su testimonio también sirva de advertencia para que otras personas no pasen por lo mismo.
