El fallecimiento de Alberto Martín dejó una enorme tristeza en el mundo del espectáculo argentino. Su partida no solo marcó a colegas y fanáticos, sino también a quienes compartieron con él una vida entera arriba y abajo del escenario. En Intrusos, a través de América TV, Adrián Pallares y Rodrigo Lussich dedicaron un emotivo espacio para recordarlo, y allí apareció la palabra de su gran amigo, Germán Kraus, quien relató cómo fueron los últimos momentos del actor.
El recuerdo de un amigo incondicional
Kraus comenzó contando cómo se desencadenó la enfermedad que terminó afectando a Martín: «Él empezó con una molestia en el estómago. Le hicieron un estudio y le salió un quiste. Lo tenían que operar… cuando lo operaron el médico le dijo que había sacado todo lo malo», explicó conmovido.
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Sin embargo, el alivio inicial pronto se transformó en preocupación. «Cuando dijo eso yo empecé a sospechar que algo malo pasaba. Se hizo la quimio, la quimio no funcionó y bueno… Ahí estuvo muy bien atendido, pasó a los cuidados paliativos y se fue yendo con la dignidad de siempre», relató.
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Al hablar de quién fue su compañero en lo humano y en lo artístico, Kraus no dudó en resaltar sus valores: «Se habla mucho de su capacidad actoral, como persona, pero si yo lo tengo que definir con una sola palabra tengo que decir que es un ejemplo de dignidad. Alberto ha sido un tipo digno durante toda su vida y hasta el momento de su muerte. Fue algo rapidísimo», expresó frente a los conductores.
En medio de la tristeza, el actor también recordó el último encuentro con Martín y un proyecto de reunión que quedó pendiente: «Nosotros hicimos una cena muy linda con todos los galanes de esa época, que somos cinco o seis que nos queremos muchísimo y la pasamos muy bien. Quedamos en hacer una segunda. Incluso Carlos Rottemberg iba a estar. El 5 de julio estábamos hablando y me dijo que se iba a dar la última quimio… pusimos la fecha del 14 de julio para juntarnos», relató con nostalgia.
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Finalmente, compartió las últimas charlas que mantuvieron y cómo, incluso en sus últimos días, Alberto Martín se aferró a la vida con valentía: «Estamos hablando de prácticamente un mes. Nos dijo que fuéramos a su casa. Ahí empezó el decaimiento día a día… cada día más débil. Pero siempre decía ‘yo tuve una muy buena vida y esta mierda no me va a ganar’. La dignidad de este tipo en todo sentido, durante toda su vida. Su vocación de servicio. Yo trabajé muchísimo con él», cerró emocionado.
La partida de Alberto Martín deja un vacío enorme en la actuación argentina, pero también un legado de pasión, respeto y dignidad que sus amigos y colegas nunca olvidarán.